Estoy pasando por una época de mi vida en la que mi única satisfacción sería tirarme a todas las mujeres o chicas que se cruzan en camino (ya sea por la calle como por el ordenador). Convertirlas en esclavas del sexo, de mi sexo, y poder jugar con ellas a mi antojo. Me las imagino desnudas, debajo o encima mío, sobre la cama, fornicándome. Veo senos, pezones descubiertos, las contemplo succionándome la polla y disfrutando por sus mamadas. Cada vez que me cruzo con una, no puedo dejar de mirarles el culo, las tetas, los labios... e imaginar que todo es mío, que puedo pasar por su lado y decirle las ganas que tengo de follármela y que todo se hiciera realidad y que ella me responda con la misma efusividad. Ser el personaje principal de esas películas porno que no puedo dejar de ver y masturbarme con ellas.
FDO: UN DEPRAVADO SEXUAL